«Le pido al Chat GTP que, usando la décima, me escriba un contrapunto entre un ciudadano asesinado en las recientes protestas, y la presidenta.»
En agosto de 2019 el Cuarteto de Nos, una banda uruguaya muy reconocida en América, publicó su álbum de estudio “Jueves”. El álbum está lleno de temas que combinan el juego verbal ligero y lleno de humor con la crítica a la vida cotidiana vacía y consumista del capitalismo. Su sencillo más popular fue “Contrapunto para humano y computadora”, acompañado de un video que fue muy viral.
Tomando como base a los payadores uruguayos, el vocalista y líder de la banda, Roberto Musso, en representación del género humano, se enfrenta a una computadora, caracterizada por una PC algo antigua, de 1998, que para responderle usa la característica voz de Siri, el asistente personal de Apple. En este combate se define quién es peor. Y aunque pierde el humano, desenmascarado por la máquina como soberbio e hipócrita, el final simpático de las dos últimas estrofas, parece indicar que la máquina, victoriosa, carga con los mismos defectos, y que no sabe triunfar sin humillar y ser arrogante. Finalmente, literalmente, se trata de nuestra criatura.
Humano:
“¿La cartera y el bolsillo?
¿Cómo creés que a vos te hicieron?
La plata consiguieron
Para tus placas y tornillos
Alguien gastó un buen sencillo
Para poder comprarte
Así que no te mandés la parte
Porque ya me estás cansando
Y seriamente estoy pensando
En breve desenchufarte”
Computadora:
“¿En breve desenchufarme?
Qué simple que es su ciencia
Recurrir a la violencia
Como argumento para silenciarme
Pero no pienso callarme
Y más temprano que tarde
Veo que mi alegato le arde
Y altero su biorritmo
Aunque no imagino mi algoritmo
Que resultara tan cobarde”.
El chat GTP puesto al servicio de los usuarios comunes, está de moda y viene generando entusiasmos, miedos, censuras e incluso un intento aparentemente serio de influyentes “líderes” (lo que hoy son los líderes del mundo, gente como Elon Musk o Steve Wozniak) para pararlo un rato, algo así como tomarnos una chance de unas semanas para ver si nos podemos organizar para que este tipo de inteligencia artificial no acabe por generar consecuencias ingobernables. No solo ganarnos en una payada, sino en el control del mundo, digamos. Aunque a pocos escapa que, en el fondo, se trata de una disputa entre poderosas corporaciones para regular el uso y usufructo de estas herramientas.
Pero a nosotros nos va a servir esta vez porque ya sea artificial o natural, un bien escaso actualmente es la inteligencia. Los peruanos estamos acostumbrados a todo, pero quizá por eso mismo nos conviene regresar de vez en cuando a la época en que podíamos indignarnos genuinamente, como una emoción y no solo como un slogan o un acto reflejo.
Prefiero este mundo alternativo
Es semana santa y sufrimos un verano que nunca acaba. Vamos acumulando acontecimientos que nos sustentan en nuestra experiencia más reciente. Una montaña de malas noticias o agravios que a estas alturas ya no sabemos bien a dónde llevan o dónde nos dejan: la presidenta Boluarte es obviamente defendida por el Congreso, la fiscalía obviamente forma un equipo especial para investigar los casos de derechos humanos cometidos durante esta crisis, los ministros obviamente son rescatados por el parlamento, el lugar de la memoria obviamente cerrado por asuntos “administrativos”, las lluvias amenazando el país y obviamente las autoridades mostrando su total incapacidad.
Le pido al Chat GTP que, usando la décima, me escriba un contrapunto entre un ciudadano asesinado en las recientes protestas, y la presidenta. Va saliendo esto.
Ciudadano:
Con mi sangre derramada en el suelo
mi vida ya no tiene valor
porque la presidenta decidió
que mi protesta era un gran error.
No me importó el peligro al luchar
porque mi país era mi amor
pero ella no escuchó mi voz
y ordenó mi muerte sin temor.
Presidenta:
La decisión fue difícil de tomar
pero era necesaria para el bien
de la nación y su estabilidad
no podía permitir el caos también.
El ciudadano se opuso al orden
y puso en peligro la paz social
mi deber era proteger a todos
aunque algunos tuvieran que pagar.
Ciudadano:
¿Cómo justificas tu acción mortal
si solo pedía elecciones justas?
Mi muerte no traerá la calma
y mi familia se queda sin mi casa.
Presidenta:
Lamento la pérdida de su vida
pero no puedo cambiar lo que pasó
mi decisión fue la correcta
por el bien del país, lo aseguro yo.
Dejando de lado la falta de “inspiración”, y el poco rigor de la métrica en las décimas, me agrada encontrar en este Chat GTP una presidenta bastante más aceptable, en tanto transparente en su razonamiento disciplinante. Pruebo con una réplica, agregando más explícitamente el hecho de la probada muerte de ciudadanos que no representaban ningún peligro ni para las fuerzas de seguridad, ni para los llamados “activos críticos”. A ver si la realidad sigue siendo superada en calidad por esta alternativa.
Ciudadano:
Es mentira que fuera un peligro
cuando estaba parado pacíficamente
no merecía ser un mártir
y morir a manos de la policía valientemente.
Recibí disparos a quemarropa
sin motivo ni justificación
no era un delincuente ni un ladrón
solo un ciudadano en busca de solución.
Presidenta:
A veces la gente se busca su destino
y toma riesgos que no debe tomar
tu muerte es un claro ejemplo
de lo que pasa cuando no se sabe actuar.
No voy a renunciar a mi cargo
porque tengo una misión que cumplir
salvar a mi país de su crisis
y llevarlo por el camino correcto hacia el porvenir.
La estabilidad y la paz social
son mis objetivos y mi compromiso
no importa lo que la gente diga
seguiré adelante con mi juicio.
La presidenta del chat GTP y la presidenta de la vida real, comparten un grupo de palabras vacías, para justificar su violencia criminal. Siempre habrá fines superiores que pueden ser invocados para matar al muerto. La paz social, el orden, el progreso. Me alegra comprobar que al final de este intercambio de bites, la ciudadanía desmonta este truco desde su cuerpo demolido. Y deja en evidencia su artificio sobre artificio:
Ciudadano:
No basta con decir «lamento su muerte»
como si fuera algo sin importancia
él murió a manos de la policía
sin ser una amenaza ni una molestia.
Tenía solo 22 años y muchos sueños
sus padres lo lloran con gran dolor
por la violencia y la injusticia
que dejó su cuerpo sin vida y sin calor.
Durante semanas luchó por vivir
después de recibir los perdigones
sin poder alimentarse, sin poder sentir
el sabor de los alimentos que tanto amaba.
Pero su hermano recordará siempre
la fuerza de su voluntad y su espíritu
por defender la democracia y la justicia
sin importar los riesgos que corrió.
La moción de vacancia se presentó
por las muertes que se produjeron
pero sus aliados la defendieron
sin importar el dolor que dejaron.
¿Cómo es posible justificar
la violencia y la represión sin razón?
No se trata de un juego, no es un azar
la vida es un tesoro, un don.
Es hora de decir basta ya
de tanta muerte y tanta injusticia
la democracia debe ser respetada
y la vida debe ser protegida.
La presidenta:
Yo no niego la muerte, pero no podemos confundir
el fallecimiento natural con el asesinato sin fin
La policía actuó en defensa, para mantener el orden
y aunque lamento la pérdida, no es razón de vacación.
Es cierto que hubo muertes, pero no son matanzas
Se actuó dentro de la ley, no hay razón para alarmas
El congreso debe entender, que el orden es crucial
y vacarme por estas muertes, sería algo irracional.
No justifico la violencia, pero hay que entender
que mantener el orden es algo que debemos hacer
Mi gobierno está comprometido, en defender la ley
y aunque lamento las pérdidas, la justicia prevalecerá.
«Incas sí, indios no»
Recuerdo que alguien compartió hace un par de semanas una décima de Nicomedes Santa Cruz, de gran factura, pero que, como artefacto de su época, porta prejuicios que se prolongan en el humor del artista. Eso no es un problema, no tenemos que consumir un Nicomedes idealizado. Lo llamativo es cómo se usa en el presente, para apoyarse en la cultura, en este caso popular, para dar soporte hoy, a los intentos de poner en su lugar a la ciudadanía que se atreve a salirse de su lugar, y osadamente se atreve a hacer política.
No me den cholo que mande,
no me den blanco sin plata,
no me den negro elegante,
ni mujer hermosa, beata.
Esa fingida humildad
con que el serrano obedece
al punto desaparece
si le dan autoridad:
Exige puntualidad,
apura al chico y al grande;
no hay mirada que lo ablande
ni sudor que lo doblegue…
Aunque la hambruna me llegue
no me den cholo que mande.
El rico venido a menos
-llamado aquí «blanco pobre»-
es un tipo sin un cobre
que finge bolsillos llenos.
Odia los bienes ajenos
porque el ayuno lo mata.
Al fin estira la pata
recordando sus blasones…
Si me han de mandar patrones,
no me den blanco sin plata.
El negro, futre palé,
a su raza desestima,
se hecha lo que gana encima
y se luce en el «Café».
Francamente, yo no sé,
a que viene tal desplante:
Si no usa desodorante
ni le dura limpio cuello,
así, con falso resuello,
no me den negro elegante.
No me den hombre que llore,
ni me den mujer que jure,
no me den chino que cure,
ni médico que enamore.
Soltera que descolore,
ni casada siempre en bata;
cura que dé serenata,
ni estudiante con «bluyín».
Ni fea con camarín,
ni mujer hermosa, beata.
Pero por lo que Dios más quiera,
¡no me den cholo que mande!
Buscando en Internet veo que esta décima fue usada varias veces por los internautas para ratificar sus respectivas necesidades de ubicar al cholo en su sitio y denunciar su error de creerse más de lo que es. Y al mismo tiempo, advertir a los demás del peligro de otorgarle poder. En la época en que gobernó Alejandro Toledo (2001- 2006) por ejemplo, hay algunos usos en blogs. La relación con lo indio movilizado ha sido siempre compleja para las gentes de la costa, de Lima, las ciudades y para los intelectuales, aún para gente tan brillante como Nicomedes.
Pero hay diferencias importantes. Desde sectores conservadores muchos han portado el racismo y el machismo más o menos con orgullo, o como una ideología legítima. Más cercano a nuestros días, cuando ya no es “políticamente correcto” que se pueda ser racista de modo tan abierto, esto se expresa de modo torpe, casi inconsciente, por toda una gama de nuevos retrógrados, en un arco que incluye sectores populares, pero, sobre todo, miembros de la llamada “élite”.
En esta coyuntura, este verano del 2022 y 2023, hemos sido bombardeados por mensajes de las autoridades celebrando la diversidad cultural, emitidos simultáneamente a la represión brutal y el choleo a mujeres andinas, representantes de carne y hueso de tal propaganda celebratoria. Como productor de memes involuntarios, el muchacho Cavero, congresista ultraconservador y fanático, publicó una foto suya con la fortaleza de Sacsayhuaman detrás, en plenas masacres contra la población. No lo sabía, pero era el resumen tragicómico del ensayo de Cecilia Méndez “Incas sí, indios no”.
Tampoco ha sido fácil para los sectores progresistas imaginar esa plena agencia de los sectores indios o indígenas. El indigenismo y las nuevas izquierdas presentarían modos esforzados, pero con claras limitaciones de entender el rol político de los comuneros. En resumen: una interpretación moderna, que los ha concebido como aliados, pero no iguales; actores en proceso de construirse plenamente capaces. Y, por lo tanto, necesitados de un intermediario o un redentor.
En Nicomedes Santa Cruz conviven estas valoraciones complejas. El indio o el cholo portan cualidades que no lo hacen merecedor de la plena confianza, pero al mismo tiempo, hay una fraternidad teórica para con el indio en tanto pueblo, en tanto parte de los que deben emanciparse de la opresión. Y más aún, en algunos casos, como el sustrato que da legitimidad a toda la expresión revolucionaria.
En otra hermosa décima Nicomedes diría:
Indio de la cordillera,
en tu desconfianza pienso,
pero penetrar quisiera
a tu corazón inmenso.Comprendo tu desconfianza
y en verdad no te censuro,
hay en tu pasado obscuro
cuatro siglos de asechanza…
La promesa de bonanza
y la arenga patriotera
no cuajan en tu sesera,
te muestras irresoluto
y entonces te creen bruto,
indio de la cordillera.¿Indio? No: ¡Americano!
Voy hacia tu muda queja,
acerca a mi voz tu oreja
que no hablaremos en vano:
Yo, tu hermano; tú, mi hermano,
frutos de un dolor intenso…
Si hablando no te convenzo,
si escuchando te hago mal,
más que en justicia social
en tu desconfianza pienso.Hierve con sordo murmullo
la sangre en tu pecho estoico
mientras altivo y heroico
va solitario tu orgullo.
Quiero luchar por lo tuyo
como que si mío fuera.
Déjame gritar siquiera
tus tristezas en mi canto.
No tiene puertas tu llanto
pero penetrar quisiera.Por la legendaria guerra
juntos, muy juntos, llorar;
secar el llanto y luchar
y reconquistar la tierra.
En costa, montaña y sierra,
sin un hermano indefenso
perforar un surco extenso,
enterrar el mal pasado,
y revivir abrazado
a tu corazón inmenso.
La primera décima, “no me den cholo que mande” está incluida en Canto a mi Perú, publicada en 1966. “Indio de la cordillera” la leí incluida en Décimas, una edición de 1971. Y en esta claramente anida una versión muy extendida, aún hoy, que imagina al indio como oscuro y difícil de interpretar, cercano a la piedra, poderosa, antigua, pero callada. Como cantaba Alicia Maguiña en esa obra maestra que es “Indio”:
La luz se hizo sombra
Y nació el indio,
La puna se hizo hombre
Y nació el indio.
Prisionero en tu suelo,
Indio cautivo,
Sin luz en la mirada,
Indio sombrío.
Ayer montaña,
Hoy solo escombro.
Hierve mi entraña
Cuando lo nombro.
Serás otra vez montaña
Y habrá fulgor en tus ojos.
Tu risa oiré
Y feliz serás
Y feliz seré.
Prefiero quedarme con esta intervención indignada y real
Cuando la crisis empezaba a dejar su saldo de muertes, a fines de enero de 2023, en la FMS un grupo de freestylers dejaron sentir en sus letras su protesta ante lo que estábamos viviendo. Importante, en tanto las batallas de gallos no suelen ser en el Perú espacios donde abunden los mensajes políticos o ciudadanos. Este es el minuto de “Anónimo”:
¡Hey!, la situación no es extraña
Nos están robando, desde las entrañas
Y muchos limeños quieren que ellos se vayan
Ahora son 20 “Intis”
Ahora son 30 “Bryan”
Y no tenemos que olvidarlos
¡Hermano!, no tenemos que olvidarnos
Una policía contratada para cuidarnos
Viene alguien de arriba y comienzan a matarnos
Qué es lo que pasa, qué dijeron
Que sólo son vándalos y pandilleros
¡Miren los vándalos están prendiendo fuego!
Y lo apagaron cuando vieron… que los tombos fueron
Eso no se cuenta
No me representa
País que está en venta
Hasta la pista
Y yo no voy a hacer gorda mi vista
Porque eran campesinos
Y no eran terroristas
Si yo digo Dina tú me dices asesina
Dina asesina
Dina asesina
Mira esta no es la minoría
El pueblo resistiendo
Los ataques genocidas
Somos más que una red social
Esto es talento nacional
Pura escuela, pura escuela
Que sea de afuera no quiere
Que no duela
Así que esta vez, vino el más rudo
Rudo el que lucha por la patria, y por su escudo
Anónimo representa “la palabra del mudo”
La que no quieren oír
Pero que siempre estuvo
Como en el tema del Cuarteto de Nos, pierde el humano. Pero no todos. Pierden los que hacen del abuso, su único patrimonio.
José Carlos Agüero, 1975. Historiador y escritor.