El alcalde de Moche y candidato al municipio de Trujillo, Arturo Fernández, ahora es una celebridad. Pero el principal gestor de los huacos eróticos de su distrito es un empresario que fue acusado por tráfico de terrenos.
Por Ernesto Cabral y Claudia Chávez
La madrugada del 24 de enero, el alcalde de Moche, Arturo Fernández Bazán, realizó una transmisión en vivo en su página de Facebook. A través de su celular, Fernández mostró los restos en llamas del llamado ‘Huaco de la Fertilidad’, como consecuencia de un atentado realizado por cuatro personas armadas –según dijo– personal de seguridad privada de la zona en el video.
“Mi amigo de [la empresa] Agersa, Dani Pinillos ─seguramente en este momento está descansando─ se va a sorprender con la noticia”, dijo el alcalde esa noche.
Arturo Fernández lleva cuatro años al frente de la alcaldía de Moche, en La Libertad, y ahora es precandidato al municipio de Trujillo, por Somos Perú. Ha protagonizado varias polémicas: firmó con su sangre una carta dirigida al entonces presidente Martín Vizcarra, promocionó el dióxido de cloro como una cura al Covid-19, y esta semana desairó al actual mandatario Pedro Castillo en una actividad en Palacio de Gobierno. En el último año de su gestión, Bazán inauguró el ‘huaco erótico’, que recibió 130 mil turistas en Semana Santa.
En su video de enero, Fernández señaló que uno de los “padrinos”del huaco de Moche era Danilo Pinillos Vinces (48), empresario y actual regidor de Surco, en Lima. Pese a que Pinillos es limeño, su apellido está ligado a la historia de Trujillo por pertenecer a una de las familias más importantes del norte peruano.
Hoy, este empresario lidera el colectivo ‘Salvemos la cultura Mochica’, que ha recaudado fondos para reconstruir el huaco erótico que fue vandalizado en enero. El 5 de febrero, Pinillos acompañó en el estrado al alcalde Fernández durante la reinauguración de la escultura.
“[Con la compañía Agersa] hace dos semanas venimos promoviendo una actividad privada, sin un céntimo del Estado […] para fabricar diez huacos más”, dijo Pinillos Vinces en una conferencia con el alcalde de Moche frente a los restos de la escultura, horas después del atentado. Este empresario y su padre Carlos Pinillos Hoyle fundaron Agersa SRL, en Trujillo, en 1992, una empresa que se dedica al transporte de carga.
El año pasado, dicha empresa instaló una planta de oxígeno en Moche, en cuya inauguración participó Fernández.
Pero, ¿quién es realmente Danilo Pinillos? El archivo de la Policía, el Ministerio Público y el Poder Judicial revela que, en el 2012 y el 2013, se abrieron dos investigaciones contra él por la supuesta usurpación de un predio de ocho hectáreas en Moche. La primera fue por la presunta posesión ilegal del terreno, y en la segunda lo sindicaron como miembro de una “agrupación delictiva” dedicada al “tráfico de tierras”. Este último caso prescribió, pero la evidencia condujo a que la fiscalía pidiera 24 años de cárcel contra Pinillos por los presuntos delitos de asociación ilícita para delinquir, fraude procesal, entre otros.
Los antecedentes del padrino
«Jamás en mi vida he tenido un antecedente», escribió Pinillos, en agosto de 2019, en su perfil de Facebook como regidor de Surco. Sin embargo, el empresario no mencionó que fue acusado en dos ocasiones por el Ministerio Público.
La primera acusación en su contra la hizo el fiscal Alejandro Urtecho Navarro, de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo, en el 2012. Pidió cinco años y seis meses de cárcel contra él y otras cuatro personas por el presunto delito de usurpación agravada.
El segundo caso fue al año siguiente. Los fiscales Alexander Chávez Horna, William Rabanal Palacios y Jennifer Ludeña Melendez incluyeron a Pinillos en una acusación contra 14 personas. “Nosotros sabemos lo peligrosos que son”, dicen fuentes fiscales que fueron cercanas a estas investigaciones. “En esa época había cierto temor, [pero] hubo bastantes medios de prueba que sustentaban la acusación”, agregan.
Ambas acusaciones versan sobre una presunta apropiación ilícita de un terreno de ocho hectáreas por el grupo de Pinillos Vinces. La primera fue archivada, pero la segunda prescribió, es decir, el Poder Judicial no tuvo oportunidad de decidir si Pinillos era culpable.
Según la fiscalía, Pinillos y los demás acusados integraban una “agrupación delictiva” que, en el 2009, se asentó en el predio antes mencionado, ubicado en el kilómetro 557 de la Panamericana Norte, en Moche. Ese año, Alberto Boy Castañeda ─quien fue sindicado como presunto testaferro de la organización─ aseguró ser el propietario del terreno usando documentos falsos, según la fiscalía.
La propiedad del terreno es reclamada por Envasadora Humboldt, una empresa que nació en 1984 como parte del grupo familiar Banchero Rossi. Fuentes cercanas a esta compañía señalan que el predio era ocupado por un vigilante ─contratado por la empresa del grupo Banchero─ y su familia.
En ese contexto, Boy Castañeda inició un proceso de prescripción adquisitiva de dominio sobre el terreno. En el 2009, según la fiscalía, recurrió a la notaría de Lina del Carmen Amayo Martínez (quien años después sería cesada por defraudación tributaria), en Trujillo, para acreditar que él era el legítimo propietario del predio en Moche. Para demostrarlo presentó a tres testigos.
Sin embargo, durante la investigación, la fiscalía determinó que el primero de los testigos presentados, Fernando Contreras Moreno, desconocía la solicitud de Boy Castañeda; que el segundo padecía de alzheimer y parkinson, “siendo imposible que fungiera como testigo”; y el tercero vivía en la región de Cajamarca.
La pericia fiscal, además, determinó que la firma de Fernando Contreras fue falsificada; que Boy Castañeda incluyó una dirección falsa en su documento de identidad, pues vivía en Cajamarca; y que presentó un recibo de luz para acreditar su domicilio en Moche, pero este documento era falso, según la información que brindó en el proceso la propia empresa prestadora de servicios.
A esto se suma, según la acusación fiscal, otro grupo de documentos falsos presentados por Boy Castañeda para hacerse del predio:
- 1) un certificado de posesión de 1992, que no figuraba en el archivo de la alcaldía de Moche;
- 2) una memoria descriptiva y planos de localización del terreno, que omitían información de las construcciones dentro del predio; y
- 3) un certificado de compatibilidad de uso, que indicaba que la zonificación del predio era urbana cuando en realidad se trataba de una expansión industrial. Aún así, en abril de 2010, el terreno fue inscrito a nombre de Boy Castañeda.
Ese mismo año Boy vendió el terreno a la Inmobiliaria San Isidro ─fundada por Alfonso Reyes Meléndez y Diego Camacho Asencio, coacusados de Pinillos y Boy en el segundo caso─ por US$90.000. Los fiscales detallaron, sin embargo, que Boy Castañeda “nunca fue poseedor, menos legal propietario del predio”. En su declaración ante la Fiscalía, Boy incluso reconoció que fue su sobrino, Javier Solis Boy, quien le hizo firmar documentos sin conocer el contenido de estos. Javier Solis también fue incluido como acusado en este caso.
Luego de esta adquisición, según la acusación fiscal, Inmobiliaria San Isidro firmó un contrato con Pinillos, el hombre que luego auspiciaría huacos gigantes. En el acuerdo, el empresario se comprometió a promocionar y vender 200 departamentos de un “supuesto proyecto inmobiliario” en otro terreno de la inmobiliaria. En su momento, la fiscalía determinó que ese proyecto ─denominado Las Torres de Moche─ “nunca existió”, en base a un oficio del Ministerio de Vivienda. Gracias a este presunto contrato ficticio, la Inmobiliaria San Isidro generó una deuda a favor del hoy padrino del huaco erótico por más de S/300.000.
Para pagar esa deuda ─por “daños y reparaciones” por el incumplimiento del “simulado contrato”─ la Inmobiliaria San Isidro quiso transferir el predio de Moche a Pinillos, según la investigación fiscal. El traspaso del terreno fue denegado por el Poder Judicial, así que el amigo del alcalde de Moche “simuló la compra del 50% de las acciones” de la inmobiliaria. Por estos hechos, la fiscalía calificó a la Inmobiliaria San Isidro como “una persona jurídica de fachada o de papel”.
El legajo fiscal detalla que el Ministerio Público incluso recogió el testimonio de Diego Camacho Asencio, uno de los fundadores de la constructora, quien reconoció que no aportó efectivo ni propiedades para la constitución de Inmobiliaria San Isidro (fue un “socio de favor”) y que desconocía la adquisición del predio en Moche. La Fiscalía también constató, en el 2012, que “no ha funcionado empresa alguna” en las tres direcciones –dos en la capital y una en Trujillo– que fueron consignadas por la empresa que adquirió el terreno en disputa .
El clan Pinillos
Además, Javier Solis Boy ─quien fue acusado por la fiscalía de involucrar a su tío Boy Castañeda en la adquisición ilegal del predio─ era un viejo conocido de la familia de Pinillos. “Ha quedado acreditado que Javier Solis Boy es persona del entorno de Carlos Danilo Pinillos Vinces”, dice la acusación. El entonces contador de Agersa SRL, Carlos Castillo Lázaro, declaró ante la fiscalía que era socio de Solis Boy en diferentes empresas. Una de estas, Sociedad Agroindustrial Iberoamericana, incluso registró a Solis como representante en la celebración de “actos jurídicos” con la compañía de los Pinillos.
En el 2012, en el marco de estas investigaciones, la Policía emitió un reporte sobre el clan Pinillos. El documento de la División de Investigación del Lavado de Activos de la Dirincri, firmado por el entonces comandante PNP Ulises Guillén Chávez, pide a la fiscalía que inicie una investigación por blanqueo de capitales a este grupo familiar: “Las personas naturales y los representantes de las personas jurídicas [vinculadas a los Pinillos] estarían incursos en la presunta comisión del delito de lavado de activos”.
De acuerdo al reporte de la Policía, Danilo Pinillos y su padre, Carlos Pinillos Hoyle, “liderarían esta poderosa mafia dedicada a usurpaciones agravadas de terrenos y casas operando en [la provincia de] Trujillo”. El informe, además, señaló que esta presunta organización se apropia de terrenos sin inscripción en los Registros Públicos “con la complicidad de funcionarios municipales”. La División de Lavado de Activos incluyó en su reporte a ambos empresarios, otros nueve ciudadanos y ocho empresas, entre ellas Agersa SRL.
Se desconoce si la Fiscalía acogió el pedido de la Policía. Pero la acusación fiscal contra Pinillos prescribió. “En primera instancia el Poder Judicial declaró infundada la prescripción, pero la decisión fue revocada en segunda instancia”, dijeron fuentes fiscales cercanas a la investigación. “Me sorprende, me da mucha pena porque en ese caso hemos luchado bastante”, agregaron. Otras fuentes fiscales que siguieron estas pesquisas contra la familia Pinillos desde su inicio, hace más de diez años, calificaron de “desgracia” la prescripción del caso.
“A mí me hubiera gustado que [el proceso] llegue hasta el final”, asegura Pinillos Vinces en conversación para este reportaje. Según el empresario, estas denuncias en su contra fueron impulsadas por la red criminal de Rodolfo Orellana que “le robó la propiedad” a la Inmobiliaria San Isidro. “Esta gente nos denunció y malos fiscales acogieron la denuncia, pero a nivel judicial fue archivada […] es la clásica [modalidad] que ocurrió en Lima, a quienes también les robaron sus propiedades”, agregó.
Cronología de un huaco erótico
A fines de febrero de este año, cientos de personas se aglomeraban alrededor del remodelado huaco erótico para tomarse un selfie. A lo largo de 200 metros, se han ubicado puestos de comida y venta de mercadería alusiva a la escultura. Luego del atentado contra el monumento original, ya se han instalado siete de los 10 huacos que anunció Pinillos. La historia detrás de estas esculturas se remonta al 23 de julio del año pasado, cuando ocurrió una reunión no relacionada a la cultura Mochica ni al erotismo.
“Con todo respeto por la edad que tiene usted, no me crea imbécil”, dijo el alcalde de Moche a Pedro Rosell Castillo, gerente de la Cooperativa Agraria Mochica, en una reunión que fue transmitida en el Facebook de la municipalidad. En el video, se escucha al alcalde asegurar que esta sociedad utiliza su terreno en Moche para quemar restos de caña de azúcar, una actividad que contamina a la población del distrito. El 1 de enero de este año, el huaco erótico original fue instalado, precisamente, en el perímetro de ese predio de la cooperativa.
En conversación para esta reportaje, Rosell Castillo confirmó que los huacos eróticos están ubicados en el borde del predio de la Cooperativa Agraria Mochica: “Es un pandemonio porque no nos deja cosechar nuestra caña”. Rosell, además, advirtió que en enero, luego de la instalación del primer huaco erótico, personas sin identificar ingresaron a su terreno y empezaron a construir “casas de chozitas”, a quienes tuvieron que sacar. Aunque Rosell aseguró que el terreno está inscrito a nombre de la cooperativa, esta posesión no figura en los Registros Públicos.
El huaco original, instalado el 31 de diciembre del año pasado, fue obra del artista plástico y exmilitante aprista Francisco Calderón Sánchez. En entrevista, el escultor dijo que la idea original del huaco fue de una empresa privada que pidió no ser identificada por “temor a recibir críticas”. Según el artista, la escultura costó S/15.000, que fueron pagados por dicho mecenas anónimo. La ubicación del monumento fue decidida entre la alcaldía de Moche y el artista como parte de un circuito turístico, dijo Calderón Sánchez.
“Los regidores jamás supimos que se estaba haciendo ese huaco erótico”, señaló el regidor de oposición José Rodríguez Bardales. Su colega en el concejo municipal Marco Montero Costilla resaltó que el alcalde cambió de versión sobre el origen de la escultura: “nos dijeron que el huaco era una donación; luego, que se recaudó aportes a través de Yape”. En enero, efectivamente, el alcalde Fernández aseguró que el huaco fue una donación. De haber sido así, esta debió ser aprobada por el concejo, explicaron los regidores.
Es en este contexto que, a inicios de este año, Agersa SRL convocó a un concurso de huacos eróticos en fibra de vidrio para replicar el monumento original. Aunque en los afiches de la convocatoria aparece esa compañía como organizadora del evento, Pinillos dijo que convocó este concurso a título personal: “Lo que pasa es que a veces se confunde con Agersa porque yo trabajo ahí”. Según el empresario, el concurso no concluyó porque era inviable trasladar las esculturas que participaban desde otras regiones.
El 24 de enero, el huaco original fue quemado. Pocas horas después, Pinillos difundió su cuenta bancaria para recibir donaciones con miras a restaurar la escultura. En los afiches también se incluyó la opción de donar a través de Plin y Yape, al celular de Lissete López Perleche, quien aseguró que labora con Pinillos. De acuerdo al empresario, el colectivo que constituyó ha recaudado alrededor de S/70.000 para la construcción de nueve huacos, hasta el momento. “Falta [dinero] para tres huacos más”, dijo.
A inicios de febrero, se difundió en redes sociales el traslado del huaco restaurado junto con una segunda escultura. El vehículo a cargo del traslado era de propiedad de Guzmán Artistas Profesionales EIRL. El representante de esta empresa, Michel Guzmán Rojas, en conversación para este reportaje, confirmó que estuvieron a cargo de la construcción de ambas esculturas. Según lo dicho por el artista y Pinillos, la réplica costó alrededor de S/15.000, mientras que la segunda escultura, más pequeña, alcanzó aproximadamente S/7.000.
Los huacos eróticos elaborados por la empresa de Guzmán Rojas fueron revelados el 5 de febrero. Además del alcalde de Moche, Pinillos y la empresaria María Ruiz Castillo de Caffo aparecieron en el estrado como padrinos de las esculturas. Aunque el alcalde Fernández ha negado que las inauguraciones estén relacionadas a su anunciada candidatura a la alcaldía de Trujillo, uno de los expositores del evento ─que no pudo ser identificado─ pidió a los asistentes que apoyen la campaña de Fernández al sillón municipal.
Según Pinillos, la producción de los huacos restantes están a cargo del artista Mario Castañeda, quien es representante de la empresa Fibracas en Lima Norte, y de Pedro Zavaleta de Indufibras en Trujillo. En el primer caso, el portal web de la empresa muestra una foto de un huaco erótico y registra como cliente a la Municilidad Distrital de Moche. Según dicho portal, Fibracas ha realizado también otros proyectos para la alcaldía, como esculturas de guerreros Mochica o monumentos para la playa Acapulco de este distrito.
“A mí el señor ‘Dani’ Pinillos me contrató para hacer cinco huacos de tres metros, de los cuales, tres están ya en Moche”, dijo Castañeda. El escultor, además, confirmó que el alcalde Fernández fue intermediario y que su empresa trabaja con la Municipalidad de Moche desde hace año y medio. Por cada una de estas esculturas, Castañeda aseguró que está cobrando entre S/7.000 y S/8.000 aproximadamente. “Es por dar una mano al señor Pinillos (a quien no conozco) [y] al señor Arturo, el alcalde de Moche”, agregó.
Pedro Zavaleta de Indufibras, por su parte, solo atendió brevemente por teléfono, y confirmó que está a cargo de los huacos restantes. “Pusieron un anuncio en Facebook para quien quisiera participar”, explicó Zavaleta y agregó que “los huacos que he entregado son la señora Moche con gran vagina, un huaco donde está una pareja haciendo el amor, y estoy por entregar otro huaco que es el señor del gran pene, algo así”. De acuerdo a Pinillos Vinces, en este caso el costo también bordea los S/7.000 por cada escultura.
“[Danilo Pinillos] es uno de los principales gestores [del huaco erótico]”, dijo el alcalde de Moche para este reportaje. Fernández aseguró que se hizo amigo del empresario a raíz de las esculturas, pero que sí conocía previamente a su hermano, Óscar Pinillos Vinces. “Él fue quien me invitó a la inauguración [de la planta de oxígeno de Agersa]”, agregó. Fernández Bazán también conoce al tío de Pinillos, Armando Pinillos Mejía, quien intentó donar 30 huacos originales a la alcaldía. La donación fue rechazada por el concejo, pues el dueño no demostró la titularidad de las cerámicas, dijo el regidor Rodríguez.
Al ser consultado sobre si el huaco de la fertilidad fue una donación, el alcalde de Moche explicó que él solo ha dado el permiso para la instalación de una inversión privada. “Yo dije donación porque no creo que el escultor o los empresarios que han hecho los otros huacos los retiren; es una expresión que dije en ese momento”, explicó. El burgomaestre agregó que el dinero recaudado ha sido entregado, en su totalidad, al pago de las esculturas. Fernández, por último, dijo que no conocía los antecedentes de Pinillos en la fiscalía.