A diez años de uno de los mayores derrames de petróleo en la amazonía peruana y a pesar de un fallo judicial favorable, los Kukama Kukamiria de Cuninico cuentan solamente con una enfermera y un odontólogo para 800 personas.
La población alerta que han aumentado las dolencias estomacales y abortos espontáneos; y los últimos análisis de metales pesados en sangre sugieren una potencial emergencia sanitaria. Mientras tanto, Petroperú aún no cumple con el pago total de las multas recibidas por sus operaciones en el Oleoducto Norperuano.
Conversamos con Geraldine Santos, autora de la investigación periodística.
Junto a ella, Jeckson Silva, apu dde la comunidad de Cuninico; y Wendy Ancieta, asesora legal de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental.