Nos tomó cuatro meses pero lo logramos.
Como les comenté en octubre, queríamos tener columnistas invitados aquí en nuestro Patreon. Queríamos convertirlo en un espacio de debate escrito que –a diferencia de cierta corporación– sí le pague a sus colaboradores.
Y lo conseguimos. Así que hoy, como habrán visto, empezamos a cumplir nuestra promesa con un invitado de lujo: José Carlos Agüero.
Lanzamos esta iniciativa porque creemos que el debate público se ha descarrilado. Muchos creen que el bullying es el único camino de la discrepancia o que la postura sensata es sólo aquella con la que ya coincidía de todas formas.
También hay otro problema: la falta de foros. Y peor aún: falta de foros efectivos, es decir, que tengan llegada y no sean exclusivos de una pequeña comunidad.
Y un tercer asunto es que dedicarle tiempo a un texto estructurado con las armas de la retórica es una inversión. Una que ya pocos remuneran.
Así, resulta que si eres un académico o un especialista con ganas de contribuir al descarrilado debate público, no solo tendrás que invertir un tiempo (que no te sobra) para publicar una columna (que no pagan), sino que terminará sepultada tras una barrera de pago (que no se lee).
Pero eso, gracias a ustedes, patreons, puede empezar a cambiar.
Así que, desde hoy, cada sábado tendremos a un columnista distinto. Gente que, desde la sensatez, pueda aportar una mirada distinta no solo a la de los grandes medios, sino también a la de La Encerrona misma.
Desde hoy, La Encerrona abre sus puertas a otras voces, otras miradas. Desde hoy, y cada sábado, tendremos Puertas Abiertas, nuestra sección de columnistas invitados.
Y si seguimos así…
…que ya estamos cerca…
…también tendremos columnas sobre otros aspectos de la vida que no sean los asuntos de la cosa pública, de la agobiante realidad (que son los que estamos estrenando estos sábados), sino también sobre nuestra cultura, en el sentido más amplio posible de la palabra. De ambas palabras: nuestra y cultura.
Y para eso nos faltan menos de 60 patreons nuevos. Avísenle a sus amigos.
(Ah, eso sí: como de costumbre, las columnas serán exclusivas para ustedes durante 24 horas. Luego de eso, como todo lo que hacemos, serán libres y gratis.)
Por supuesto, la meta final de toda esta movida es esta:
Suena lejana, pero es posible. ¿Podremos tener a dos mil peruanos con ganas de construir una plataforma en la que la opinión sea libre y los datos sean sagrados? Vale la pena soñar.
Mientras tanto, a ustedes que ya están aquí y que han conseguido este pequeño paso, solo les pido una cosita más: pórtense bien, que desde hoy tendremos invitados, ventilamos la casa, abrimos la encerrona.